FUNDARMUELLES no pierde ninguna oportunidad para extender sonrisas y esperanzas a todo al que la Obra alcanza, una imagen dice más que mil palabras, nos hace felices compartirles una porción histórica de esta carrera por la vida

Todos hemos visto y vivido un año 2020 lleno de retos y sorpresas que han tenido el poder de cambiar las vidas de toda la humanidad y sus entornos, hemos atravesado por una guerra mundial en la salud que aún no termina y también por batallas en diversos frentes del planeta, huracanes, incendios, terremotos, violencia, pero por encima de todos los desastres, siempre se levanta la voluntad de los corazones que ven en estas circunstancias una oportunidad para decir Sí, aquí estoy para servir a los que me necesiten. Hacer el bien trae consigo sacrificios, no es fácil y tiene costos. Este como todos los años gracias a Dios, Fundarmuelles realizó obras humanitarias, esta vez en tiempos de pandemia y huracanes, la sensibilidad de los corazones comprometidos con ese “heme aquí” para la humanidad, facilitaron las ayudas para los angustiados, hoy les queremos compartir memorias de esos momentos que nos invitan a reconocer la fragilidad humana, pero también en paralelo la fortaleza del espíritu generoso lleno del amor de Dios que hace que nos atrevamos a ir a donde menos nos imaginamos para compartir con quienes lo han perdido todo.

Este recuento fotográfico del 2020 nos dice que todo no fue malo y triste que hubo derroche de esperanzas repartidas por muchas comunidades, más que donaciones de enseres, alimentos, camas, ropas, o medicamentos, hubo corazones que palpitaron y se agitaron con el sonido del dolor y las necesidades de la población en medio de lo inesperado.

Estamos seguros que habrá recompensas en el cielo para todos los voluntarios, donantes, amigos cercanos y lejanos que nos acompañaron y respaldaron durante todo este año, les esperamos en el 2021, sabemos que vendrán nuevos retos y también nuevas oportunidades para continuar haciendo el bien sin desmayar, tenemos la certeza que acompañados del Altísimo podremos alcanzar a más jóvenes, familias, niñez y entidades cívicas para el beneficio de sus calidades de vida y sus necesidades más apremiantes.